La gata presenta varios estros a lo largo del año, que suelen durar de 4 a 7 días. En el estro, las gatas maúllan más frecuentemente y varios gatos pueden luchar por una hembra en celo, el que venza, se gana el derecho a copular. Aunque la hembra al principio es reacia a la cópula, acaba aceptando al macho, que se acerca a la hembra, la que intentará resistirse por todos los medios a la cópula. Si el macho es hábil, conseguirá morderla por la parte posterior del cuello, inmovilizándola. La penetración es algo dolorosa, ya que el pene del gato al igual que el del león, presenta unas puntas que frotan la vagina, desencadenando una reacción natural que ocasiona la ovulación; debido a que esto no ocurre siempre, es raro que se consiga la fecundación en la primera cópula. Las gatas, además, copulan con varios machos por lo que una camada puede tener diferentes padres.[14] Después de la cópula, la hembra se asea y puede ponerse muy violenta hasta que termine el acicalamiento, momento en que el ciclo se repite.
Las hembras alcanzan la madurez sexual en un tiempo de entre 4-5 meses, los machos a los 6-7 meses; la gestación dura 65-67 días y en la camada pueden aparecer de 1 a 10 crías, que según la Fédération Internationale Féline, deben mantenerse con la madre al menos 30 días. Lo más recomendado es separar al gatito de su madre a los 42 días, ya que hasta entonces no habrían adquirido algunos nutrientes necesarios. Que se les separe antes sería un error, debido a que cabe la posibilidad de que mueran o sean más débiles.
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